«Fueron anuncios razonables, pero me disgusta el clima festivo que hay en el Gobierno».
Siguen las repercusiones mendocinas tras el cambio del gabinete económico en el Gobierno nacional. A menos de un día de los anuncios de Sergio Massa, fue le propio ministro de Economía Enrique Vaquié quien aportó su mirada sobre las primeras medidas económicas que dispuso el líder del Frente Renovador. «Fueron anuncios razonables, pero me disgusta el clima festivo que hubo en los dos actos: en el de renuncia (a Diputados) y en el de asunción», lanzó.
«Si todo lo que dijo lo cumple, que es básicamente un gran ajuste fiscal, entonces no tiene ningún sentido el festejo y los cantos que montaron», manifestó el radical. «Precisamente, de hacer realidad esas medidas, todos los beneficiarios de programas nacionales, como destinatarios de planes; jubilados y empleados públicos, se van a ver perjudicados; por eso digo que no lo entiendo», explicó.
«Claro, dijo que los volúmenes exportados van a crecer, pero jamás dijo cómo. Tiene muchos dilemas por delante, Massa. El primero es que el tipo de cambio está muy bajo: 140 pesos por dólar (refiriéndose al oficial y sin impuestos); entonces, si lo subiese, se encarecerían los productos; sobre todo alimentos. Pero sino lo sube, tampoco hay interés en liquidar parte de ese cauda. Esa es sólo una de las tantas dificultades».
No fue el único lugar al que golpeó: además dijo que las expectativas en cuanto a reducir el déficit tampoco fueron profundizadas; o que al menos no lo fue el mecanismo con el que piensan lograrlo (aunque la segmentación energética; el congelamiento de ingresos al Estado y el avance del gasoducto Néstor Kirchner sí pueden leerse en ese sentido). «Ojalá que logre esa promesa de bajarlo en un punto del Producto Bruto; pero, una vez más, no explicó cómo lo haría», punzó Vaquié.
Vaquié dijo que ya tuvo un encuentro con el nuevo secretario de Planificación del superministerio, Jorge Neme. Contó que acordaron comunicarse el lunes 8 de agosto para agendar una próxima reunión. Allí volverá a llevar una agenda de problemas que hace días carga bajo el brazo: son las peticiones que le hicieron los industriales mendocinos durante el breve paso de Silvina Batakis en Economía, cuando se acentuaron las dificultades para importar y la brecha entre los tipos de cambio llegó a porcentajes inéditos (complicando más la llegada de insumos).
Incluso antes de que el exintendente de Tigre fuese presentado, Vaquié ya había encontrado con algunos funcionarios nacionales. A principios de semana, el turno fue de Miguel Pesce (presidente del Banco Central) y de su vice Sergio Woyecheszen. La triada se concretará con Neme (que hasta hace horas era uno de los principales asesores de Manzur en la Jefatura de Gabinete); pero podrían sumarse otros nombres propios en los próximos 14 días.
Justamente, en la conferencia de prensa le consultaron a Vaquié si lo entusiasmaba la presencia de Gabriela Lizana en la Secretaría de Producción, por ser mendocina y venir del «palo» vitivinícola. «No. Esto tiene que ver con políticas más en general y no tanto con las personas en particular. También hubo mendocinos en las gestiones de Kulfas y sin embargo los beneficios a la hora de exportar era par empresarios sojeros, y no de los rubros que tiene la provincia», se despachó.
Por último, anunció otro eje que golpea directamente a Mendoza más allá de las firmas privadas: la inflación. Dijo que a la provincia la golpea por partida doble, ya que por un lado tiene su correlato en la parte social; pero por el otro genera incertidumbre a la hora de producir. «No es lo mismo plantar soja que vid; uno tarda meses y el otro, cinco años. Entonces el nivel de desconfianza puede desalentar más», explicó.
Para cerrar, Vaquié, uno de los encargados del timón económico de la provincia, eligió una expresión de deseo en torno a la macro: «Ojalá que todo lo que dijo se logre. Los tiempos lo corren y ya no hay más espacio».
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Fuente. Diario Uno.
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